viernes, 21 de mayo de 2010

Alicia en su casa


Hoy me voy a lanzar a una nueva aventura. No sé cómo saldrá pero no me voy a quedar sin probarlo. Ayer también salí buscando aventura. También era una actitud nueva. No era nuevo salir con algunas amigas, abiertas a cualquier posibilidad. Lo nuevo era que estaba dispuesta a arriesgarme más. Una compañera del trabajo lleva un tiempo tirándome los tejos. La rehuyo, pero debo reconocer que a base de tontear y de intentar seducirme me ha creado curiosidad. Me he preguntado cómo me sentiría. Fantaseo y la imagino desnuda y eso me excita hasta el punto de llegar a masturbarme más de una vez.


El lunes pasado me preguntó en el ascensor si me hacía la depilación láser. Prácticamente sin darme tiempo a responderle me dijo que a ella lo que le gustaba es que le rasuraran el vello púdico, que la ponía caliente tener las piernas abiertas, sin trapitos, mientras otra iba pasando la cuchilla lentamente y de vez en cuando levantaba una parte del vello, alrededor del clítoris... Y así, yo callada sin saber qué hacer, sin saber si decirle que me lo estaba imaginando o que parara, que conmigo no había nada que hacer. Luego, en cuanto llegué a casa, lo solté todo y me fui a la bañera deseando tocarme recordando e imaginando que se lo hacía.


Así que después de un par de semanas de apertura mental, ayer salí dispuesta a probar. No soy capaz de salir sola. Me acompañó una amiga que se pasa todo el tiempo hablando de cosas intrascendentes y nos reímos mucho. Se viene a dónde le diga y eso me viene bien. Yo soy de las pocas que quieren salir con ella, así que el favor es mutuo. A veces ligamos las dos. Ella está algo gordita pero tiene unas tetas perfectas. Más de una vez se las he cogido porque son muy llamativas, pero no me pone. Ella es completamente heterosexual y yo creo que yo también. No tengo confianza para hablar con ella de lo que me está ocurriendo en el trabajo, creo que no lo entendería. No sé.




Me preguntó a dónde íbamos, pero no se lo dije. Cuando aparcamos se quedó extrañada. ¿Este no un pub de ambiente? ¿Ah, sí?, le respondí con cara de extrañada. ¿Y qué más da? ¿No venimos buscando ambiente? Nos reímos. Entramos. Pagamos un poco la novatada porque se ve que a esa hora no suele ser la habitual. Esta es una ciudad pequeña, aquí las cosas van de una manera determinada y las costumbres, aunque sean políticamente incorrectas, son difíciles de modificar. Entre las pocas personas que había me llamó la atención que la mayoría no hacía más que mirar a los demás. Esas miradas que son conversaciones enteras. Igual que las que yo lanzaba. Estoy un poco violenta, me dijo mi amiga, que intentaba hablar en su tono habitual y sobre los contenidos de siempre. Vale, nos vamos, una copa y nos vamos.




Si estás en un sitio así todo parece más fácil. Eso me parecía. Vi a una chica bajita que no paraba de mirarme. Estaba acompañada, igual que yo. Inevitablemente nos cruzamos una y otra vez la mirada. Deseaba no encontrarme sus ojos para poder explorar su cuerpo con tranquilidad, pero no fue posible. Ella sin embargo parecía no tener pudor en desnudarme y analizar talla y posibilidades. Le dijo algo a su compañera y de pronto la veo venirse hacia nosotras. Me temblaron las rodillas.




Ahora estoy aquí, escribiendo esto, con una nota con su teléfono al lado. Dudando.

5 comentarios:

  1. Bueno, pues este será mi primer comentario my lady. Buen texto, intrigante. ¿Continuará?
    Un beso.
    Gracias por leer MR. Jones Country, siempre será bienvenida, aunque sea en la sombra. Gracias.
    LADY JONES

    ResponderEliminar
  2. Hola Ali, me alegra mucho que te hayas decidido a escribir. Ahora me gustaría saber cómo sigue la historia ¿sigue?.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  3. Gracias a los dos por pasaros. ¡Mis primeros comentarios! jaja.

    Un beso para cada uno.

    ResponderEliminar
  4. Si es cierto que el sexo y la imaginación son dos senderos que llevan a un mismo puente...cruzarlo es siempre mejor que dudar que hay al otro lado si eso es lo que te llama...bienvenida...besos.

    ResponderEliminar
  5. Ten cuidado con lo que buscas porque al final lo encuentras. O la versión más castiza y que me gusta más: al que nace para martillo, del cielo le caen los clavos.

    ResponderEliminar