martes, 1 de junio de 2010

Ana



Después de la ruptura, mis amistades se aprestaron a apoyarme. Yo los dejé ejercer su tarea impagable. Una vez un psicólogo me dijo que en situaciones como esta había que desenroscar la cabeza y dejarse llevar. De forma que ahora no sabría muy bien poner en pie los sitios, las conversaciones, los roces, las intenciones,.. Estaba aunque no era. Cuando tienes el laberinto en la cabeza es difícil disfrutar del momento. Reduje las expectativas y puse el cuerpo lo más arreglado que pude a disposición del personal. No falté ni un día al trabajo. Apenas comí ni dormí, pero no abandoné. Mi compañera se veía más libre para coquetear conmigo abiertamente, para abrir brecha entre él y yo, por si quedaba alguna esperanza.


Si tuviera que describir lo que más me ayudó tendría nombre de amiga. Aunque tuvimos durante un tiempo juegos en forma de trío con una desconocida, yo no había sentido nada más allá de lo que me proporcionaba en esos momentos. Pero desde que salí del apartamento de Ana, el proceso de desenredar la madeja se fue quedando aparcado a favor de unas emociones que no imaginaba poder tener.

Iba por la calle con unas ganas locas de llamarla. Aguanté el tiempo suficiente para llegar a casa, ducharme y tumbarme en la cama relajada. ¿Qué había significado aquel beso? No me atreví a preguntárselo directamente. Sólo le dije que me había hecho sentir muy bien, que al menos ahora me sentía de manera diferente, con pensamientos diferentes, confusa pero contenta,...blablabla.... ella escuchaba. Yo quería que me dijera algo, pero apenas asentía al otro lado. Perdona, no te dejo hablar. No me atrevo, dijo. Un silencio. ¿Y ahora?, pregunté. Me da miedo perderte como amiga. En todo caso, seremos amigas y lo que queramos ser además. De pronto, me descubrí con ilusión. No sé si por ella o por tomar conciencia de que podría volver a amar, a sentir,.. Nos vemos mañana. Sí, claro. Un beso. Chao.


Me quedo tumbada en la cama, con el albornoz y mi cuerpo a medio secar. Imagino cómo serán esos labios bajando suavemente. Abro las piernas esperando a que lleguen. Él sabía cómo me gustaba. Conocía los ritmos, el momento en que me gustaba sentir su calor. Los dedos húmedos entrando despacio. Mezclo los deseos con los recuerdos. A ella con él. Él, qué lejano, qué cerca aún.

14 comentarios:

  1. Me gusta esta especie de novela por entregas. Siempre me quedo con ganas de saber por qué o cómo ha seguido la cosa. Probablemente yo juego con algo de ventaja, ¿no?
    Por cierto, cuando empieza a subir la temperatura.... zas... como las pelis de Buñuel, jaja.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Hola, W. Cuando sube la temperatura es que me está subiendo a mí también y, a veces, tengo que cortar, jaja.

    Un beso y gracias por estar ahí.

    ResponderEliminar
  3. que intensidad, me gusta el blog
    muchas gracias por tu comentario! supongo que si, que tenemos que aceptar que a veces las cosas no salen como queremos pero eso no significa que eso no pueda ser el inicio de algo aun mejor :)

    ResponderEliminar
  4. Hola Coraline. A mí me ha gustado mucho el tuyo. Tienes un universo muy reconocible para mí. Todas las fotos de pelis que me encantan.
    Tenemos edades diferentes pero gustos similares, al menos en ese aspecto.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  5. Seguro que esa sensación estará siempre..

    ResponderEliminar
  6. Gracias por pasar por mi blog,Ali.
    Qué importante es hablar sobre lo que sentimos y ,especialmente, tener alguien a quien le importe lo que decimos.
    La vida es una caja de sorpresas agradables si las sabemos disfrutar. Un abrazo y buen fin de semana.:-)

    ResponderEliminar
  7. Sí, sin duda permanecerá, solo espero que otras manos vayan borrando el recuerdo en mi cuerpo.

    ResponderEliminar
  8. Walden me dijo que a veces iba a tu rincón y siempre encuentra algo nuevo y familiar, así que tengo que darle las gracias a él y a ti por ese espacio. Un beso. Buen finde para ti también.

    ResponderEliminar
  9. Amistad divino tesoro.
    Hay labios que saben tocar las teclas, perfectamente, verdad?

    ResponderEliminar
  10. Momentos de confusion, momentos de soledad y tristeza donde a veces sentir algo diferente te abre las puertas del corazón nuevamente ... y las dudas!
    Besos y abrazos corazón!
    Excelente blog y buen relato.

    ResponderEliminar
  11. Me gusta tu blog y lo que escribes... Te sigo.

    ResponderEliminar
  12. Sí, Antonio, hay labios que tienen esa habilidad y que además saben utilizarla en el momento preciso. Nunca pude resistirlos.
    Un saludo.

    Lo cuentas como si lo hubieras vivido. Es así exactamente, o al menos así lo siento yo también.
    Gracias, Carla.

    A mí me gusta mucho el tuyo también, Angus. A ver si somos capaces de cambiar algo.
    Gracias por ser el primer seguidor, jaja.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  13. Ali, tb tu blog ha sido para mí un hallazgo lleno de increíbles sensaciones... eso es muy bueno.

    A tus PIES

    ResponderEliminar
  14. Siempre se puede volver a amar, a sentir. Siempre que nos lo permitamos, claro.

    Besos

    ResponderEliminar