jueves, 17 de junio de 2010

La chica del bar



Recogí la nota con el teléfono de la papelera. La había doblado a conciencia. No quería saber qué me estaba pasando. Actuar, sin más. Marqué el número. Hola, seguramente no me recuerdas. Me diste el teléfono la otra noche, en el bar... Sí, claro que te recuerdo. Creí que no llamarías. ¿Te apetece si...?, le pregunto quedamente, apenas sin voz, con una timidez autoimpuesta. Claro. Ven ahora. Demasiado deprisa todo, pienso. Qué más da. Dejarse llevar. Dejo una pausa. Bien, voy. Quedamos. Me ducho. Decido no llevar ropa interior. Me pongo una falda negra de media pierna. Unos tacones no demasiado altos. La blusa sin mangas con el escote adecuado. Abro la mesilla y veo el gel lubricante. Me viene una imagen de los tres. Yo detrás de él, con los dedos untados. La corto. Dudo si cogerlo o no. Finalmente, lo echo de un manotazo dentro del megabolso.

La miro en la puerta recién abierta. Parece un suspiro de aire fresco. Lleva una camisa blanca y unos vaqueros más rotos que enteros. Descalza sobre la tarima flotante inmaculada. ¿Vas a pasar?, pregunta. Perdona, sonrío. Nos damos un par de besos formales. Quiero que todo vaya más deprisa. Estoy nerviosa y ella lo nota. ¿Una copa?, ofrece. Claro. Me llamo Marta. Alicia. Es raro esto, ¿no?, pregunto tontamente. Bueno, un día decidí trasladar mi desverguenza en el chat a la vida real. Sonríe. Tiene una sonrisa encantadora. El único problema son las convenciones, continúa. A ti parece que no te han afectado, ¿no Alicia?. Llámame Ali. La veo segura de sí misma. Me gusta la sensación. Cualquier otra actitud me habría defraudado. Quiero mostrarme sumisa. Dispuesta a ser guiada. . No, es verdad, hace tiempo que no me afectan, respondo apurando la copa. Tengo los labios mojados, ella los mira, luego me coge la mano. Estamos sentadas en dos taburetes, sobre la barra americana que separa la cocina del comedor. Tienes unas manos preciosas. La otra noche me fijé. A él le gustaba que tomara la iniciativa. Ahora hago lo contrario siempre que puedo. Dejo el trabajo de seducción al otro lado del corazón. Se inclina hacia arriba y me besa suavemente en los labios. Le respondo y entonces prolonga el beso, juega con la lengua buscando la mía, penetra y yo se la ofrezco. Su boca abierta se centra por fin en los labios. Los muerde con los suyos, le pasa la lengua. Un cosquilleo eléctrico me llega hasta los pezones. Tienen una conexión directa con los labios. Noto su mano sacarme la camisa por detrás de la falda. Meterla acariciándome la espalda, luego la va pasando hacia los pechos. Los aprieta. Noto calor. Se separa. Ven, me dice cogiéndome por la muñeca, decidida. La habitación está separada del comedor por un pequeño pasillo que se me hace interminable. Echa hacia atrás la colcha. La miro desnudarse, pero espero a que me quite la ropa. ¡Vaya!, exclama al ver que no llevo nada debajo. Venías preparada. No quiero hablar. Me tumba, se echa sobre mí, de lado. Abre las piernas y las mete entre las mías, apretando. Yo las abro completamente, pero luego tengo necesidad de cerrarlas sobre las suyas también. Entonces se levanta. Espero. Se sienta a horcajadas sobre mi cara. Veo cómo abre su coñito húmedo sobre mi boca. Saco la lengua, lo saboreo. Me siento rara, pero me da igual. Pongo mi lengua a su disposición. Ella desplaza su sexo sobre el apéndice. Gime. Abarco sus nalgas con mis manos. Cierro los ojos. Todo sucede agradablemente lento.

10 comentarios:

  1. Hola:

    PrimeraSSSSSSSSSSSSSSSS:

    DelicioXXXa historina, me hizo poner con piel de gallina, y eso que yo digo que AUN NO NACE LA MUJER PARA MI...

    Besos Brujos*

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  2. ... y agradablemente erótico.

    A tus PIES

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  3. ... y agradablemente todo, de acuerdo con Juank, agradable ha sido encontrar tu blog.

    Besote!

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  4. Hay momentos en los que es mejor cerrar los ojos y simplemente sentir, sin pensar.
    Sugerente texto. Lo leí dejándome llevar también, sin querer tomar la iniciativa. Me lo pusiste fácil.

    Besos

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  5. Toda esa sensación como de un temblor del agua antes de zambullirte en la humedad...besos.

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  6. Ufff, ¡qué sorpresa tu Blog! Si este no es el país de las maravillas ¿cuál es?

    Me gusta mucho cómo escribes, y me quedo ahí...

    Un abrazo grande, y gracias por la visita.

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  7. jajaa me encantan las historias...me tengo que ir pero a la noche me voy a leer...bien tu blog...

    soy romántica y salvaje...un poquito como todos? mmmmmm

    BESITOS

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  8. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  9. Llego un poco tarde, pero das 50.000 vueltas a la mierda de 50 sombras de Grey ;).

    Me está encantando todo lo que leo. Gracias.

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